En el entorno de la plaza de la Encarnación, podemos encontrar algunas casas y mansiones típicamente velezanas, de los siglos XVIII y XIX, que coexisten armoniosamente con otras, más recientes, pero con idénticos signos constructivos. Si entre nuestros viajeros nos acompaña algún interesado por la arquitectura de época le referimos, a continuación, una pequeña guía para su reconocimiento, que puede completarse con la información facilitada en las oficinas municipales. |
Es obligada la visita al antiguo Hospital Real, adyacente a las anteriores edificaciones. Esta magnífica construcción de la época de Carlos III, encierra un recoleto patio porticado, en torno al cual se distribuyen varias instalaciones municipales. Tras una de sus puertas se encuentra uno de los más interesantes atractivos de esta localidad: el Museo Comarcal Velezano Miguel Guirao. Aconsejamos su detenida visita, a todo el que quiera conocer más de esta asombrosa tierra. Su origen hay que buscarlo en la colección privada de este velezano interesado por la arqueología que llegó a reunir varios miles de piezas encontradas en la comarca, en toda Andalucía y hasta en tierras del Magreb. |
La Sierra de María, se articula sobre un territorio en el que destacan perfectamente Vélez Rubio y Vélez Blanco, distanciados tan sólo siete km y de los cuales recoge su topónimo esta comarca. Nos disponemos a iniciar el descenso, no sin antes contemplar los cielos, pues es habitual descubrir el vuelo de alguna águila calzada o culebrera. |
Las laderas septentrionales de esta prolongación de la Sierra de las Estancias, permiten confirmar la dominancia de la encina como especie natural, en un medio en el que predomina ya el cereal, en aprovechamiento mixto con el almendro y la vid. Un breve recorrido por la futura autovía, aún inacabada, permite reconocer el fondo de este altiplano septentrional que comunica la Fosa de Baza con el Mediterráneo, en el denominado Corredor de Chirivel. Frente a nosotros, destaca sobremanera el Cerro Maimón a modo de atalaya, que se eleva casi 1.000 m sobre el primero de los Vélez, hasta alcanzar los 1.761 m.Según tomamos esa dirección, aparecen a nuestra izquierda, los restos de un antiguo complejo defensivo de época nazarí la fortaleza de Velad Al-Ahmar, sobre el Cerro del Castellón, separada del núcleo de población por el Río Chirivel. Nos encontramos ya muy cerca de Vélez Rubio que se extiende en una pequeña colina, resguardado por los imponentes contrafuertes de Sierra María. |
Por esta localidad discurría la antigua calzada romana que venía de Cártago y que recuerda una importante romanización de estos lugares. Dado que el centro urbano, coincidente con la Plaza de la Encarnación y el Ayuntamiento, presenta el típico diseño árabe, de calles estrechas e intrincadas, aconsejamos al viajero que aparque su automóvil antes de adentrarse en él. Al recorrer sus calles y plazas, iremos percibiendo el carácter señorial de su caserío.Adustas mansiones señoriales con magníficas rejerías, iglesias, palacios, conventos, museos y hospitales, van creando a nuestro alrededor una atmósfera señorial y monumental.Iniciamos nuestra visita a Vélez Rubio, conociendo su iglesia mayor, la Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación. Este gran conjunto religioso, visible desde cualquier punto del pueblo, fue declarado monumento nacional en 1980. Erigida entre 1753 y 1768, constituye uno de los más representativos ejemplos del barroco almeriense. |
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